Desde su lanzamiento en el 2009, Bitcoin ha despertado interés entre los usuarios, el auge de este trajo consigo el lanzamiento de nuevas criptomonedas así como una oleada de start-ups tecnológicas basadas en la tecnología blockchain.
Sin embargo, uno de los puntos más importantes para los inversionistas es el aspecto de la seguridad del universo Blockchain. La gran pregunta ¿puede alguien hackear Bitcoin y robar mis criptomonedas?

La seguridad ha sido un asunto fundamental para Bitcoin; por un lado, el sistema requiere gran poder computacional para ser hackeado debido a la tecnología blockchain que lo sustenta, esta es constantemente validada y auditada por todos los nodos, gracias a este proceso intervenir en la cadena de bloques para alterar transacciones es poco probable. No obstante, esto no quiere decir que sea imposible de hackear.
En primer lugar, la tecnología blockchain se define como una forma de estructurar los datos en distintos bloques que una vez creados tienen una información referente a un bloque anterior. Estos bloques además de ser encriptados tienen la seguridad de que la información de un bloque solo puede ser modificada si se modifican todos los bloques creados posteriormente, es decir, Si un atacante quisiera modificar la información en la cadena de bloques, debería modificar la cadena completa en al menos el 51% de los nodos.

¿En qué consistiría el ataque del 51%?
Como hablamos en publicaciones anteriores, una blockchain basada en el Proof of Work donde se depende del trabajo que hagan los mineros, quienes se encargan de resolver un cálculo o problema matemático y así obtener la recompensa por el bloque; a mayor cantidad de mineros intentando generar un bloque, mayor será la dificultad para hacerlo y también mayor será la seguridad de la blockchain.
Así, dado el caso que los mineros disminuyan, la dificultad también lo hará y por ende aparecerán posibles vulnerabilidades en la seguridad, como lo es el ataque del 51%; Para lograr este ataque y ‘hackear’ a Bitcoin, se necesitarían aproximadamente 5 millones de computadoras ASIC, especializadas y diseñadas para minar criptomonedas las cuales consumirían una cantidad de energía eléctrica cercana a los 20 terawatts-hora, el consumo que tiene el país entero de Marruecos.
Al tener el poder computacional superior al 51% hace que el minero o grupo de mineros tengan el control de la generación de bloques y puedan alterar la blockchain, convirtiéndola en una red centralizada durante el tiempo del ataque, lo cual permite al o los atacantes modificar el orden de las transacciones.
Si bien, es posible, no tendría mucha lógica invertir tanta cantidad de recursos para lograr el hackeo, pues al minar, la recompensa por la cantidad de bloques minados sería mayor, donde hoy luego del pasado halving de mayo, se encuentra a 900 Bitcoins por día.

Hay que tener en cuenta que una cosa es la seguridad de la blockchain y otra es la de las claves privadas que se dan para tener acceso a los criptoactivos, es decir, por más segura que sea la blockchain, si la clave de acceso es compartida, no hay mucho por hacer desde la seguridad de los nodos ya que existe el error humano como brecha crítica.
Los usuarios deben estar bien informados sobre cómo guardar sus claves privadas, ya sea confiando en un Exchange, como BITPoint, o se hagan responsables de guardar sus claves en las diferentes wallets que existen.